En ocasiones anteriores hemos tratado algunos temas relacionados con sociedades y con propiedades y sugerimos algunas formas de gobierno útiles para hacerlas funcionales.

Las familias son también grupos de personas unidas por consanguinidad, parentesco o matrimonio y muchas veces detentan en conjunto -a veces de forma no voluntaria, es decir, a fuerza- bienes y negocios que ameritan orden.

Así como las sociedades se rigen por sus estatutos o por acuerdos entre socios y las copropiedades se recomienda regularlas a través de acuerdos escritos, a las familias se les recomienda que hagan lo propio; cuando así lo hacen los miembros firman lo que se conoce como Protocolo Familiar.

¿Qué debe prever, como mínimo, un Protocolo Familiar?

En nuestra experiencia, requiere al menos, lo siguiente:

  1. El consentimiento de los firmantes y su objetivo común de mantener como familia cierto patrimonio.
  2. El listado de bienes familiares afectos a las reglas del Protocolo.
  3. Reglas relativas a la propiedad -y en su caso el control- de ese patrimonio (tenencia accionaria, porcentaje de participación, derechos de preferencia en caso de venta, etc.)
  4. Normas acerca del gobierno y toma de decisiones (consejos y comités y su forma de operar, apoderados, etc.) y políticas claras de inversión, reinversión, distribución de dividendos, asunción de pasivos, gravamen sobre los bienes, etc.
  5. Reglas en cuanto al trabajo de la familia en los negocios o bienes comunes (perfiles, edades, capacidades o habilidades requeridas, por ejemplo) y a la remuneración.
  6. Disposiciones que prevean y eviten en lo posible conflictos entre los miembros de la familia o al menos eviten que éstos se diriman públicamente.

¿Es jurídicamente vinculante?

Definitivamente si, para ello debe ser cuidadosamente redactado y totalmente formalizado, es decir, al menos debe ratificarse su contenido y firmas ante notario publico.

¿Qué problemas son comunes respecto a un Protocolo Familiar?

Hay varios, entre otros, los siguientes:

  1. No se comunica su contenido a todos los miembros de la familia o al menos a todos los que integran cada generación; la falta de información o información deficiente son las causas mas frecuentes de conflictos entre los familiares.
  2. No se acatan los acuerdos acordados adoptados y/o no se establecen consecuencias por ello.
  3. Se establecen disposiciones y/o acuerdos en el protocolo contrarios a otros documentos jurídicos importantes de la familia tales como estatutos de las sociedades familiares, fideicomisos patrimoniales, legados y testamentos, poderes, etc.

De los anteriores, ¿cuál es el que debe evitarse a toda costa?

En mi opinión el ultimo; nada peor que dos partes en conflicto -hermanos, tíos o primos para agravar la situación- convencidos de que les asiste la razón y cada uno de ellos con documentos en que apoyarse: “crónica de una muerte anunciada”.

José de Jesús Pérez Lara
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